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Una de las reacciones típicas cuando se habla clases de Pole Dance es decir automáticamente 😬 "Eso no es para mí" 👋
Sin embargo el Pole Dance es una disciplina que no tiene género, edad o condición física, aunque es cierto que ésta última mejora muchísimo practicándolo.
Para muchas personas es un baile tabú dado que se asocia a las bailarinas de fantasía en los locales de striptease americanos. Sin embargo los orígenes de esta disciplina van muchísimo más allá y en la actualidad podemos disfrutar de sus versiones más artísticas y acrobáticas.
Los orígenes del Pole Dance se sitúan en el siglo XII en un deporte indio llamado Mallakhamb, practicado por luchadores que buscaban desarrollar más velocidad, mejores reflejos, concentración y coordinación. Más adelante encontramos en China una versión más acrobática conocida como Chinese Pole o Vara China, que se popularizó en espectáculos circenses.
El Pole Dance llegó a occidente de la mano del burlesque, donde las bailarinas de los cabarets buscaban llamar la atención de los asistentes masculinos con bailes exóticos y provocadores. Así en occidente se comienza a asociar con un baile erótico, teniendo en el siglo XX que romper con esos tabúes para poder disfrutar del Pole Dance tal y como es: una disciplina deportiva, artística y acrobática.
Tal y como te hemos anticipado, para practicar Pole Dance no necesitas absolutamente nada más que las ganas de hacerlo. Todo lo demás viene rodado.
Si tienes curiosidad por el Pole Dance te animamos a que tomes una clase y descubras todo lo que representa. En nuestra escuela puedes adquirir clases sueltas o bonos de clases con los que podrás adentrarte en esta disciplina.
Practicar Pole Dance aporta innumerables beneficios, tanto a nivel físico como a nivel emocional. Aquí te explicamos algunos de ellos:
Con el pole dance se produce una tonificación general de todos los músculos, obteniendo de manera progresiva los beneficios de una sala de musculación de una forma más creativa y amena.
Los diferentes ejercicios que se realizan durante una clase de Pole Dance favorecen la coordinación, la flexibilidad y la fuerza, mejorando la corrección postural y evitando los dolores y lesiones derivadas del sedentarismo y de las malas posturas continuadas.
Las clases de Pole Dance deben ser impartidas por instructores profesionales y en unas condiciones que permitan que cada persona vaya evolucionando a su ritmo, por lo que el entrenamiento y los ejercicios que se realizan durante el tiempo que se esté practicando deben ser progresivos, consiguiendo de manera paulatina una figura más esculpida, donde los músculos están más fortalecidos y se ha perdido gradualmente tejido graso.
Además, realizar actividad física de manera regular permite que nuestro organismo realice sus funciones de manera correcta, favoreciendo la secreción de hormonas, activándose más de 50 distintas, que producen un efecto beneficioso y deseable.
La práctica de Pole Dance favorece un aumento en la autoestima. Cada ejercicio o figura supone un reto, siempre a la medida de las capacidades de cada persona, y el ir superando esos pequeños o grandes retos hace que aumente la confianza en uno mismo, así como las ganas de continuar superándose.
Las hormonas que se liberan tanto por la realización de ejercicio como por que éste sea tan divertido y gratificante, producen bienestar emocional, eliminando estrés y ansiedad y favoreciendo el descanso.
En los siguientes vídeos puedes ver ejercicios durante las clases de pole dance y unas rutinas de uno de nuestros profesores
Te animamos a probar nuestras clases de Pole Dance ¡y que descubras todos estos beneficios por ti mism@! 💪